managua
El pago de entre 10 mil y 15 mil dólares por viaje es lo que el cártel del Golfo ofrecía a los conductores de transporte pesado “reclutados” para el traslado vía terrestre de droga, desde Costa Rica hasta Guatemala.
En tanto, el representante en Nicaragua recibía una comisión de cinco mil dólares por cada conductor “reclutado” y cada traslado de droga realizado con éxito.
Es de esa manera que en febrero del 2008 una persona de nacionalidad guatemalteca y de nombre Juan Córdoba, contactó para ese fin al nicaragüense Armando Alberto González Peña.
Según el acuerdo, los conductores se entenderían directamente con Córdoba. Así comenzó a trabajar González en la organización delictiva del Golfo.
Esto es parte de la relación de hechos que hizo el Ministerio Público en la acusación efectuada ante los Juzgados capitalinos en contra de ocho sospechosos.
La Fiscalía señala que desde el 2008 la Policía investiga a González, de quien conoce que “con pleno conocimiento y a sabiendas de la ilicitud de sus acciones se dedicaba al transporte de droga, para lo cual realizaba en cabezales y furgones de su propiedad compartimientos especiales, con el fin de trasegar droga de manera oculta”.
González aparece como uno de los cabecillas de la célula de apoyo logístico al cártel del Golfo. Y según la Fiscalía, el acusado cumpliendo con su función dentro de la organización criminal reclutó al acusado Oscar Margarito Rodríguez Reyes, a quien le propuso la realización de los viajes para transportar droga desde Costa Rica hasta Guatemala, y como remuneración la organización le pagaría entre diez y quince mil dólares por viaje, aceptando éste la propuesta, “realizando varios viajes de trasiego de droga para la organización”.
González también reclutó a su cuñado Fernando Muñoz Estrada, a Carlos y a Ronny Isabel Olivas Zavala, todos éstos conductores de transporte pesado acusados ante los tribunales. Igual que a Rodríguez, González les hizo la misma propuesta, la que fue aceptada por los acusados, quienes según la Fiscalía de inmediato comenzaron a cumplir su función de transportar droga vía terrestre.
En el año 2009, sin precisar día ni mes exactos, Córdoba le presentó a González a una persona que solamente se conoce como Haroldo, de nacionalidad guatemalteca, siendo éste con quien se iba a seguir contactando para realizar el traslado de las cargas de droga.
González siguió buscando a conductores de vehículos pesados y logró contactar a los acusados Róger Pérez y Róger Geovanny Pérez Flores, quienes aceptaron ser parte de la organización e iniciaron las labores en el traslado de droga a nivel centroamericano.
Es de destacar que a esta misma organización el 12 de agosto de 2009 la Policía de Costa Rica, en el puesto fronterizo de Peñas Blanca en el lado costarricense, le detuvo al conductor de camiones de nombre Nery Laguna, de nacionalidad nicaragüense, por transportar 130 paquetes de droga en un cabezal marca Freightliner, de color blanco, placa LE15096, el que se encontraba a nombre del acusado González.
Mientras el remolque placa LE14947, propiedad también de González, se encontraba registrado a nombre de Rafael Alonso Ruiz Narváez, quien trabajaba para éste como lava llantas de los furgones, cuyo nombre fue utilizado sin su consentimiento y de manera dolosa para legalizar varios vehículos propiedad de González, sostiene la Fiscalía en su acusación.
El trabajo de legalización de los vehículos dentro de la organización le correspondía a Henry Pereira. La mayoría de las legalizaciones de los vehículos fue realizada en León, no siempre a nombre de González, “con el objetivo de no levantar sospechas ante las autoridades”, indica la Fiscalía.
IMPIDEN ÚLTIMO TRASLADO DE CARGA
El 13 de agosto pasado, por trabajo de inteligencia efectuado por oficiales de la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional, conocieron que González trasladaría uno de sus cabezales con su furgón hacia otro predio; el fin era transportar un cargamento de drogas hacia Guatemala.
El cabezal saldría del predio ubicado contiguo al Palí La Sabana, Managua, hacia otro predio del cual no se tenía información. Fue entonces que la Policía efectuó uno de los siete allanamientos donde ocuparon varios cabezales y furgones, propiedad de González.
En los allanamientos la Policía ocupó en total cinco cabezales, cuatro remolques, tres vehículos livianos y un camión. Según las autoridades policiales, en todos los vehículos las pruebas sobre la existencia de partículas de droga dieron positivo en un 80 por ciento. Igual que las pruebas en las manos de los tres detenidos hasta ahora, también dio positivo de droga.
La Fiscalía acusó a los ocho mencionados como sospechosos de ser coautores de los delitos de transporte ilegal de estupefacientes, psicotrópicos y otras sustancias controladas y crimen organizado. Hasta ahora sólo González y los hermanos Ronny y Carlos Olivas Zavala, están detenidos tras la operación Aire Mar y Tierra, ejecutada el pasado fin de semana por la Policía.
Ayer se realizó la audiencia preliminar en el Juzgado Cuarto Penal de Audiencia y su titular ratificó la prisión preventiva para los detenidos González y los hermanos Ronny y Carlos Olivas Zavala. También los remitió a audiencia inicial para el primero de septiembre.
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