jueves, 19 de agosto de 2010

Asegurados se sacrifican o el INSS quiebra

MANAGUA
Roberto López, presidente ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), aseguró que el sistema de pensiones actual resulta viable hasta el año 2019, por lo que se hace necesario realizar a más tardar en dos años una serie de reformas a la Ley General de Seguridad Social para que exista solidez financiera que permita asumir el pago de las pensiones.
“Después de ese año (en 2020), si no hacemos cambios apropiados, entonces las pensiones las va a tener que asumir el Estado”, expresó López en un programa matutino transmitido por Canal 8.

López indicó que, según el último reporte, el INSS cuenta con una reserva financiera de 11,400 millones de córdobas, que en términos concretos les permitiría pagar por poco más de tres años la totalidad de las pensiones a los jubilados, en caso hipotético que en este momento se dejaran de percibir las cotizaciones.
“Tenemos tiempo, tenemos hasta el 2019 un Seguro Social financieramente sólido, pero hay que ir preparándose y tenemos el otro año para ir discutiéndolo y que para el año 2013, en el segundo gobierno del comandante Daniel, podamos ver qué reformas se aplican”, manifestó López, dando por hecho la reelección de Ortega.Pero las consecuencias de estas reformas recaerían directamente en los hombros de los asegurados, que tendrán que ver alargado el periodo de espera para poder jubilarse y recibir su pensión y además se tendría que duplicar el número de semanas cotizadas.

Aunque López afirma que con relación al 2006 se ha incrementado en un 33 por ciento la cantidad de empleadores y que hasta el momento cuentan con 532 mil asegurados, se hace necesario prolongar hasta los 65 años la edad para jubilarse y además aumentar a 1,500 la cantidad de cotizaciones que cada trabajador haga al seguro social.
Es decir, que la reforma duplicaría a 30 años la cantidad de tiempo que se debe cotizar; y como si esto fuera poco, se tendría que aumentar de manera progresiva y en un plazo de diez año un cuatro por ciento la tasa de cotizaciones. Cada trabajador entregaría 15 por ciento de su salario a manera de cotizaciones.

Esto se debe, según López, a que el sistema de Seguridad Social en Nicaragua no es un sistema de ahorro, sino que lo llamó un “sistema solidario”, en el que los fondos para el pago de las pensiones que se entregan actualmente salen de las cotizaciones que hacen los asegurados.
No obstante, hay cerca de 50 mil adultos mayores que están solicitando las pensiones de vejez reducida, por no haber alcanzado sus 750 cotizaciones reglamentarias. En cuanto a eso, López adujo que se trata de un problema meramente financiero, pues el pago de estas pensiones significaría un gasto adicional de casi dos mil millones de córdobas al año.
“La pregunta vuelve a ser: ¿de dónde sacamos los fondos?”, señaló López.
HAY QUE REVISAR
Para el diputado de la BDN, Luis Callejas, miembro de la Comisión de Salud y Seguridad Social de la Asamblea Nacional, las reformas al INSS es un tema que se ha venido discutiendo desde hace tiempo, pero señaló que antes de realizar cualquier reforma es necesario ver el detalle de cómo se administran los fondos del Seguro Social.
“Habrá que ver por qué está en crisis, cuáles son las deficiencias y si se van a corregir esas deficiencias, porque si no se corrigen esas deficiencias no importa lo que se haga; se va a dilatar la agonía, nada más”, dijo Callejas.

El diputado considera que aumentar a 1,500 la cantidad de cotizaciones es exorbitante, pues en el país hay más de 50 mil personas que no lograron alcanzar las 750 cotizaciones establecidas en la ley vigente y que por lo tanto no están gozando de sus pensiones.
“Menos que existan personas que puedan completar 1,500 semanas con este gobierno que no ha podido disminuir el desempleo”, señaló Callejas.

Por su parte, el experto en temas de Seguridad Social, Manuel Ruiz, asegura que hay unanimidad en la sociedad nicaragüense de que la Seguridad Social requiere una reforma.
Sin embargo, indicó que el detalle se centra en conocer qué tipo de reforma se va a dar; qué se va a reformar y cómo se va a reformar.

“Nosotros hemos dicho que toda reforma de Seguridad Social, por la trascendencia de gobierno —porque esto es a perpetuidad—, debe ser de consenso y nacional, es decir, que no debe ser por presiones de nadie”, expresó Ruiz.
LÓPEZ NIEGA PRESIONES DEL FMI

Aunque López lo desmintió, incluso el padrino y protector de López, el diputado Gustavo Porras, asegura que esta reforma responde a las presiones que el FMI ha hecho al INSS.
“Hay que escuchar a los organismos internacionales, porque algo tienen que decir, pero escucharlos desde un punto de vista profesional. Soy de la opinión que debe buscarse una soberanía en la reforma a la Seguridad (Social) nicaragüense”, manifestó Ruiz.
El experto recomienda que la reforma debe darse de una manera consensuada, donde se escuchen a todos los sectores involucrados, como los empleadores, trabajadores e incluso a las universidades.

AUMENTAR LOS APORTES
Según indicó López, actualmente hay un pensionado por cada cinco asegurados, sin embargo, las proyecciones indican que para el año 2068 habrá un pensionado por cada dos asegurados.
“Evidentemente dos asegurados no van a poder con la carga que significa una pensión de un asegurado (...), entonces si no incrementamos la cantidad de asegurados, si no hacemos un incremento en los aportes, en el largo plazo, cuando haya más pensionados, vamos a tener dificultades para pagar”, justificó López.
NO LO ACEPTAN
Quienes están en total desacuerdo con una reforma al Seguro Social son las organizaciones de jubilados, pues aseguran que éstas son reivindicaciones superadas, que ha venido ganando la clase trabajadora, desde que existe el Seguro Social.
“No se puede ni se debe, por principios, permitir que te quiten o te rebajen las reivindicaciones que ya tenés”, señaló Donald Castillo, presidente de la Asociación de Jubilados y Pensionados de Nicaragua.
Pero, tal como lo indicó López, ésta es tan sólo una propuesta que se va a presentar en algún momento de este año, aunque aseguró que aún no ha sido discutida con los diferentes sectores.
“No hay una conversación, pero en el Consejo Directivo del INSS están representados los sindicatos (y) los empleadores (públicos y privados). Por el lado del Estado tenemos la representación del presidente ejecutivo del INSS y la vicepresidenta del INSS”, dijo López.
AHORITA NO ES CONVENIENTE

Por su parte, el dirigente sindical y diputado de la Asamblea Nacional Gustavo Porras indicó que estas reformas deben ser un acuerdo entre el sector empresarial, los trabajadores y el Gobierno.

“No debe ser impuesta por ningún organismo internacional, ni por especialistas chilenos o argentinos, como todos los que nos han traído, sino que debe ser una discusión entre los nicaragüenses”, manifestó Porras.
Además, aseguró que no es conveniente realizar estas discusiones en periodos preelectorales, porque se tendría una reforma ligada al aspecto electoral.

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