domingo, 22 de agosto de 2010
Aquí acaba el sueño de los Centroamericanos
México,
Noé y Edgar Córdova son unos gemelos salvadoreños de 12 años que anhelaban reencontrarse con su madre, que vive en Estados Unidos, pero su sueño se acabó cuando fueron detenidos en México por ser migrantes ilegales, un drama que viven muchos centroamericanos.
Los gemelos Córdova han dormido poco, están cansados y el miedo se refleja en sus rostros mientras esperan ser deportados por las autoridades mexicanas en una habitación de una delegación de las autoridades migratorias en la ciudad de Comitán, en el sur de México.
Tímido, Edgar deja salir entre sus pálidos labios unas pocas palabras: “soy de El Salvador, íbamos adonde mi mamá” y luego calla; sus ojos se llenan de lágrimas al enterarse que volverá deportado a su país.
Ambos niños, de cuerpo delgado y cabello liso negro, se niegan a precisar de qué lugar de El Salvador proceden, pero Noé narra a la AFP que en su país junto a su hermano asistían a la escuela y que eran buenos alumnos.
“Nos gustaba ir a estudiar, sí, estoy triste, mi mamá me hace falta”, afirma Noé antes de tomar una frazada y alejarse rápido a un rincón de la habitación, donde junto a Edgar y una treintena de migrantes indocumentados esperan que los deporten en autobús. Edgar cuenta que, por petición de su madre, “hace varios días” salieron de El Salvador guiados por un tío de 20 años, rumbo a Estados Unidos.
El agente migratorio mexicano Martín Meléndez dice que en 2009 desde Comitán fueron deportados vía terrestre unos 1,800 centroamericanos, y que de enero al 18 de agosto de 2010 han sido deportados otros 700.
Meléndez explica que un promedio semanal de cinco niños centroamericanos son descubiertos en la zona de Comitán mientras intentan llegar a Estados Unidos. El Salvador y Guatemala inauguraron este viernes en la ciudad mexicana de Acayupan (Veracruz) un consulado binacional que se encargará de velar por los derechos de los emigrantes de ambos países que transitan hacia Estados Unidos.
Sentada sobre unas colchonetas muy cerca de los gemelos está la salvadoreña Juana Ortiz, de 21 años, que también fue detenida sin documentos.
De radiantes ojos negros, afirma que su destino no era Estados Unidos, sino que iba a la ciudad mexicana de Puebla “a visitar a una amiga”, algo que no convenció a las autoridades mexicanas, que la deportarán junto al resto.
“No vuelvo a hacer este viaje, aunque yo no iba a Estados Unidos, yo aquí a Puebla venía, pero sí me doy cuenta que es muy arriesgado venir”, dice Ortiz a la AFP. Sin embargo, inmediatamente agrega que en El Salvador “no se puede vivir, no hay oportunidades y es mejor ir a otro lugar como Estados Unidos aunque no voy para allá”.
En la delegación migratoria de Comitán no hay únicamente migrantes salvadoreños, sino también guatemaltecos, hondureños y hasta cubanos. Yolanda Pérez, de 24 años, es una cubana de grandes ojos verdes que fue atrapada cerca de Comitán por agentes de la policía federal mexicana.
Ella y otras dos jóvenes cubanas querían llegar a Estados Unidos con una veintena de dólares en sus bolsillos y dispuestas a realizar algún “trabajito en México para ganar más plata”.
“Nos hemos venido pidiendo aventón a camioneros y por andar haciendo eso nos descubrieron, me siento frustrada, molesta porque hoy me doy cuenta que nunca debimos venirnos de mojadas (indocumentadas)”, declara Pérez.
En Chiapas
El pasado 4 de agosto terminó el sueño de 79 indocumentados centroamericanos, que pretendían llegar a los Estados Unidos, cuando fueron interceptados por elementos de la Policía Federal en los límites del estado de Chiapas.
Los ilegales fueron trasladados a la subdelegación local del Instituto Nacional de Migración de San Pedro Tapanatepec, Oaxaca, donde se determinará su situación jurídica.
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