Tanto Braulio como el público nicaragüense se divirtieron anoche en el concierto que ofreció el cantante en el Teatro Nacional Rubén Darío.
MANAGUA
Vestido completamente de negro, sobre el escenario lleno de hojas secas, el romántico Braulio hizo de su concierto una noche inolvidable.
No solo porque la Sala Mayor del Teatro Nacional Rubén Darío reunió a jóvenes y adultos, o porque la mayoría de sus canciones fue coreada por sus fans, sino por lo especial que fue para el público nicaragüense porque el cantante hizo de su concierto una noche cómica.
Braulio, nacido en Islas Canarias, bromeó hasta el cansancio. Contó muchas anécdotas, algunas con doble sentido, con las que el público rió hasta más no poder.
Hace 20 años que el carismático Braulio no se presentaba en Nicaragua, aunque sí viene con regularidad en compañía de su esposa, una nicaragüense.
Las composiciones de este artista no pasan de moda, pero tampoco su voz, pues la noche de ayer demostró que sigue cantando tan bien como cuando inició.
Al interpretar Pequeña amante, consiguió que el público se animara y empezara a corear. Y así transcurrió una noche mágica, romántica y muy divertida.
Lo especial de sus canciones es que hablan de temas cotidianos como la virginidad, el amor, el estado de embarazo, entre otros. Invitó a una joven embarazada a que subiera al escenario y le cantó su tema El culpable, que trata sobre las cualidades que posee una mujer cuando está esperando un hijo.
LA VENGANZA
“Una de las cosas que más me molesta es que yo me mato escribiendo las canciones mientras otros esperan sentados en sus casas, rascándose el ombligo, o una cuarta más abajo y luego la cantan en otro ritmo como el merengue”, comentó Braulio, y fue así como dijo se vengaría y convertiría canciones de merengue a baladas. El público emocionado, riendo a carcajadas escuchó: mami que será lo que quiere el negro... palo, palo, palo bonito palo eh, eh eh eh palo bonito palo eh, en balada.
“Lo que más me molesta es que la gente se emociona y aplaude más esas canciones”, comentó mientras reía.
Si me quieres matar, En bancarrota y En la cárcel de tu piel fueron los temas que más esperaba el público, tanto así que le gritaban mencionando el título de la canción, a lo que él respondía: ¿ustedes tienen prisa? Relájense, es jueves y mañana pueden desquitar la noche bebiendo Flor de Caña. En seguida tomó un trago de este ron nicaragüense.
UNA NOCHE MUY CÓMICA
“Vamos a hacer una dinámica, el coro de la próxima canción dice: Amándote, soñándote. Pues bien, las mujeres cantarán conmigo amándote y los hombres soñándote y los que hayan optado por otra opción de vida, entonces dan palmas”, dijo el cantante mientras el público aplaudía y se reía. “Momento, aún no he empezado a cantar”, expresó provocando más risas.
Esta broma hizo que el cantante no pudiera controlar las ganas de reír y paró la canción en tres ocasiones, “lo siento no puedo continuar cantando, es que me da mucha risa”, comentó hasta que al fin la interpretó completa.
También interpretó el bolero Sinceridad junto a Tránsito Gutiérrez, quien lo acompañó en el piano.
Fue un concierto muy ameno y romántico donde la picardía y el buen sentido del humor prevaleció.
Durante la visita que realizó al diario LA PRENSA el pasado miércoles mencionó que recordaba a los nicaragüenses como un público ideal, participativo y abierto.
Y fue así como se comportaron las personas que llenaron el Teatro. Todos cantaron, se divirtieron y se fueron complacidos a sus casas con una gran sonrisa en sus rostros.
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