lunes, 30 de mayo de 2011

Estrada y la “doble cara” ante EU


Confidencial
El Procurador General de la República, Hernán Estrada, uno de los funcionarios de mayor confianza política del presidente Ortega, mostró ante funcionarios de la Embajada de Estados Unidos su descontento porque el mandatario no lo nombró como embajador en Washington, según un cable diplomático emitido por el embajador Robert Callahan, el 23 de noviembre de 2009, y filtrado por la organización WikiLeaks. Según el documento oficial, Estrada se autopromocionó ante funcionarios estadounidenses como el candidato más capaz para ser embajador ante Estados Unidos, y demostró celos cuando Ortega nombró a Arturo Cruz para ocupar ese cargo. En el despacho diplomático, en poder de Confidencial, Callahan relata un encuentro que sostuvo con Estrada. En esa reunión, el procurador se mostró muy complaciente con los funcionarios estadounidenses, trató de lucirse demostrando su conocimiento sobre la política doméstica estadounidense, y hasta habló en inglés para dejar claro que dominaba ese idioma, cuenta Callahan en el documento. Estrada se jactó de conocer muy bien la actualidad de aquel país, y dijo que él y no otro debería ser el embajador en Washington. Era el puesto que más anhelaba uno de los funcionarios que forma parte del reducido círculo político “íntimo” de la pareja presidencial. “Al procurador Hernán Estrada le gustaría ser embajador en Estados Unidos (…) Durante una reciente reunión con el Embajador (Callahan), Estrada intentó demostrar su conocimiento de las cuestiones bilaterales y su dominio del inglés. Como exembajador en Alemania y en Austria, en la década de 1980, Estrada tiene la experiencia para dirigir una misión diplomática, pero sigue siendo un leal sandinista de la línea dura, que sigue las órdenes de Ortega y de la primera dama Rosario Murillo. Durante su viaje a Washington en diciembre, Estrada deseaba mostrar y, finalmente, convencer a Ortega, de que es capaz de manejar las relaciones Estados Unidos-Nicaragua como embajador”, detalló Callahan. Según el despacho diplomático, Estrada aprovechó siempre cualquier encuentro con ciudadanos o funcionarios estadounidenses para promocionarse como potencial embajador en Estados Unidos. El Procurador aprovechó su posición al frente de los casos de reclamos de propiedades de ciudadanos estadounidenses para hacerse propaganda. El cable menciona una reunión que Estrada mantuvo con un ciudadano estadounidense que reclamaba una propiedad confiscada, a quien el Procurador le afirmó que deseaba que el presidente Ortega lo nombrara como embajador. “Estrada dijo que ha codiciado esta posición por algún tiempo, y expresó su decepción cuando el presidente Ortega nominó a Arturo Cruz como embajador en 2007”. El Procurador también expresó sus anhelos de vivir y de trabajar en Washington al presidente de una empresa de desarrollo inmobiliario, quien le contó a un funcionario económico de la Embajada estadounidense que Estrada le dejó clara “su aspiración de convertirse en embajador”. Según el despacho diplomático, en esa ocasión “el procurador general Estrada se jactó de que ‘podría manejar a los estadounidenses’”. En el cable diplomático, el embajador Callahan menciona que “varios reclamantes” de propiedades estadounidenses tuvieron que escuchar la jactancia de Estrada sobre sus cualidades para ser embajador en Washington. Y no sólo eso: Estrada también alardeó de tener influencia sobre funcionarios y sobre senadores de Estados Unidos. “También nos han dicho (los reclamantes) que el Procurador se ha jactado de que su viaje a Washington en julio, para reunirse con funcionarios del gobierno de Estados Unidos y miembros del Congreso, fue la razón por la cual a Nicaragua se le concedió una dispensa de la Sección 527 del Waiver para el período 2009-2010”, se lee en el cable diplomático. Celos por Arturo Cruz En público, Estrada ha sido uno de los fieles reproductores del discurso antiestadounidense --contra “el imperio”-- que se repite como rezo en todas las instancias del gobierno. Sin embargo, en sus pláticas privadas con la Embajada dejó claro su admiración por Estados Unidos y su deseo de trabajar allá como diplomático, tal como se lo confió íntimamente a funcionarios, a ciudadanos y al mismo embajador de Estados Unidos. Su decepción porque el presidente Ortega no lo nombró embajador fue tal, que en las conversaciones con los funcionarios estadounidenses restó cualidades al entonces embajador Arturo Cruz, designado por Ortega, y dejó claros sus celos por el diplomático. Para Estrada, Cruz no contaba con la pericia suficiente para ocupar el cargo diplomático en Washington, según expresó a ciudadanos estadounidenses. “Él (Estrada) ha dicho a ciudadanos de Estados Unidos que está descontento porque el presidente Daniel Ortega nombró a Arturo Cruz como embajador en 2007, y cree que él habría hecho un mejor trabajo que Cruz”, escribió Callahan en su despacho diplomático. Sin gracia para Callahan Estrada mantuvo la reunión con el embajador Robert Callahan el 10 de noviembre, mostrando un alto grado de entusiasmo y de cortesía con el funcionario, según el documento que más tarde prepararía Callahan relatando el encuentro. El embajador recibió, escuchó y habló con Estrada, pero guardó para más tarde sus impresiones sobre el controvertido Procurador, con quien la embajada mantiene una relación cercana dado el interés de Estados Unidos para que se resuelvan los casos de reclamos pendientes de ciudadanos de ese país. “Durante una reunión el 10 de noviembre con el Embajador, Estrada trató de demostrar sus conocimientos sobre cuestiones relacionadas con seguridad, lucha contra el narcotráfico, el desarrollo económico y el turismo. Estrada subrayó que el Gobierno de Nicaragua está comprometido a cooperar con el gobierno de Estados Unidos en estas áreas, y ambos países deben esforzarse por mejorar la relación bilateral. Estrada también habló algo de inglés para mostrar su dominio del idioma”, escribió Callahan. En una muestra de distensión y posiblemente para tratar de mostrarse un poco cómico, el procurador saludó al embajador Callahan llamándolo “El Embajador del Imperio de Estados Unidos”, lo que no cayó en gracia a Callahan. Según el cable diplomático, el embajador lo miró con frialdad, le estrechó la mano con fuerza, y dijo: “Ya basta”. Estrada, tratando de salirse del entuerto, alegó que él usa la misma palabra “imperio” con otros diplomáticos, por ejemplo el de México: “Uso la palabra ‘imperio’ cuando saludo a las autoridades mexicanas, en referencia al Imperio Azteca. “Estrada afirmó que ‘imperio’ es un guiño a la grandeza de una nación”, escribió Callahan. Para el embajador esa explicación no resultó convincente, según el documento oficial. A lo largo de la conversación con Callahan, “Estrada trabajó diligentemente para suavizar las cosas, e incluso le pidió al Embajador su opinión sobre qué país ha sido el mayor imperio”, se lee en el despacho diplomático. Un soldado del FSLN Por lo que se desprende del documento que más tarde preparó Callahan, al embajador no le cayó muy bien el procurador Estrada, y lo dejó claro en sus reflexiones tras la reunión. “Aunque Estrada se enorgullece de ser de la elite intelectual del partido sandinista, es un descarado soldado de a pie del FSLN, que aplica y defiende las políticas de Ortega. Estrada también sirve como uno de los portavoces no oficiales del Gobierno. Estrada puede ser una persona arrogante, difícil y evasiva un minuto; y sonriente, efusiva y encantadora al siguiente”, escribió Callahan. Lo que dice Estrada ahora Confidencial consultó al procurador Hernán Estrada sobre la conversación que mantuvo con el embajador Callahan. Su asistente dijo que el procurador no podía atender la llamada, pues estaba “ocupado en una reunión”. Sin embargo, Estrada mandó un mensaje original a través de su asistente: “El Potomac no me gusta. Siempre he preferido el Danubio y el Rin. Tampoco los senadores de Washington, es un buen equipo de béisbol”, dictó por teléfono la funcionaria, asegurándose que la frase había sido escrita correctamente al otro lado de la línea. Con su comentario, Estrada insinuó que nunca había tenido interés de trabajar como diplomático en Estados Unidos, pero los cables diplomáticos filtrados por WikiLeaks evidencian lo contrario. Más información y el texto de los cables originales de WikiLeaks en: http://www.confidencial.com.ni/wikileaksnicaragua

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