HONDURAS
Sus objetivos siguen siendo los mismos que hace 23 meses. Manuel Zelaya, quien a su regreso al país besó el suelo hondureño, afirmó que sus planes de cambiar la Constitución e incluso reelegirse no han cambiado.
“Vamos a la Constituyente para recuperar el poder”, dijo a ante los espectadores que lo aclamaban pese al agotamiento por la larga espera bajo el sol. Asegura que para lograr volver al poder buscará alianzas entre las fuerzas resistentes, sin decir si abandonará el Partido Liberal.
Zelaya llegó acompañado de exfuncionarios, su familia y de una extensa comitiva internacional.
El arribo ocurrió con casi tres horas y media de retraso y fue a eso de la 2.20 de la tarde que llegó un avión venezolano procedente de Nicaragua, donde se habían concentrado.
Desembarcaron en la base aérea Hernán Acosta Mejía a eso de las 2.35. Lo acompañaron su hijas Hortensia y Zoe, su nieta y su esposa, Xiomara, además de la excanciller Patricia Rodas, el exalcalde de San Pedro Sula Rofoldo Padilla, el exministro de la Presidencia Enrique Flores Lanza, y el padre Andrés Tamayo, entre otros.
En la base militar lo esperaban su madre Hortensia, su hijo y uno de sus hermanos.
Por parte del Gobierno estaba Arturo Corrales, ministro de Planificación.
Antes de bajarse del avión y besar el sueño hondureño, dijo a un medio de comunicación venezolano: “Pido una honrosa rectificación de Estados Unidos”, al tiempo que decía que en el ámbito nacional “vamos a un proceso de reconciliación, pero en el campo político vamos a seguir con el proceso de la cuarta urna y la Constituyente para lograr la reelección”.
El discurso
Fue a las 3.10 que la comitiva encabezada por Zelaya partió de la base aérea hacia donde sus seguidores lo esperaban. Iba una caravana de vehículos y él mismo manejó.
A las 3.25 subió al estrado y aunque el dirigente magisterial Edgardo Casaña le dio una bandera de la Resistencia, rápido la devolvió y tomó una liberal, la ondeó y la entregó de nuevo.
“Vengo a sumarme a lo que el pueblo aspira, procesos revolucionarios que hagan que el país salga adelante”, dijo.
Reconoció que sin el gesto del presidente Porfirio Lobo “esto no se hubiera logrado”, agregando que las crisis existirán y lo importante es buscarles salida. Habló de reconciliación política, y espera que se cumpla el acuerdo, en entrevista en el estrado, mientras su hija a quien él llama la “Pichu” cantaba a capela.
A las 3.35 tomó el micrófono para dirigirse ante los presentes. “Compatriotas, camaradas del Frente Nacional de Resistencia Popular, liberales en resistencia, resistencia de la Unificación Democrática, de los otros partidos Pinu, Partido Nacional, Democracia Cristiana, hermanos maestros, hermanos obreros, campesinos, hermanos indígenas, grupos de defensa de los derechos humanos, grupos lésbicos, negros y misquitos, a la juventud, que reclamaron la democracia, gracias a ustedes he podido regresar a la tierra que me vio nacer”.
Agregó que su sangre no se derramó en vano y con la resistencia pacífica se retornan a Honduras todos sus derechos y garantías de la democracia.
Además agradeció a la mediación que logró el proceso, y luego pidió a la Pichu y a su esposa Xiomara que le leyeran párrafos importantes del acuerdo Cartagena. ¡Beso, beso!, le gritaban algunos asistentes, para su esposa, pero ignoró la petición, mientras Patricia Rodas aplaudía.
“No hemos renunciado a ningún concepto que hemos manejado”, dijo, mientras le dio paso a su esposa y a su hija para que leyeran aspectos del Acuerdo. De lo leído se resaltó el derecho de Zelaya a la participación política con seguridad, la inscripción del FNRP ante el Tribunal Electoral, y aplicar el plebiscito y el referéndum para una Asamblea Nacional Constituyente.
“Estos acuerdos sólo tienen un mensaje, golpes de Estado nunca jamás, por eso me siento honrado de saludar a los pueblos de Latinoamérica. Los problemas de pobreza, corrupción no se resuelvan con violencia, sino con democracia, transparencia, ni con golpes de Estado, es con la bandera de la paz”.
Presentó al representante de Leonel Fernández, de Dominicana, Miguel Mejía; al padre Tamayo, Patricia Rodas, Padilla Sunseri, Enrique Reina; Marco Aurelio García, diplomático de Brasil; a Martín Torrijos, de Panamá; Piedad de Córdova, de Colombia; a un representante de Ecuador y a activistas internacionales de Francia. Agradeció a los países del Alternativa Bolivariana para las Américas, Alba. Dijo que la comunidad internacional le reconoce a Honduras sus derechos y las puertas de la Alba están abiertas. Hasta a Insulza le agradeció.
Reclamó a Estados Unidos por haber violado el “Pacto de San José”. No hay que tenerle miedo a la democracia. Luego cedió el micrófono a invitados, como Piedad Córdova que gritó: ¡Arriba Mel Zelaya y abajo el imperialismo! Hasta a “Emo”, el hindú, le cedió la palabra luego de cortarse la barba que se dejó crecer como promesa.
“Vamos a proponer una alianza para la Constituyente, con la Resistencia al poder”, concluyó Zeyala a las 4.22 de la tarde. Luego saludó a los asistentes de manera personal y abordó un vehículo para hacer un recorrido y desplazarse hasta Casa Presidencial, adonde el presidente Lobo Sosa lo recibiría.
El almuerzo de Lobo se volvió cena por retraso en llegada
Tegucigalpa. El presidente Porfirio Lobo recibió al exgobernante Manuel Zelayacon un banquete que se convirtió en cena, en un acto al que también asistieron el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y la canciller de Colombia, María Ángela Holguín.
El expresidente de Panamá Martín Torrijos, el canciller de Venezuela, Nicolás Maduro, y la senadora colombiana Piedad Córdoba, que acompañaron a Zelaya en su viaje desde Managua, también asistieron al acto celebrado en la Casa Presidencial.
Lobo ofreció una cena a Zelaya, familiares y acompañantes, actividad en la que participaron unas 25 personas; aunque el secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, y Holguín no asistieron por falta de tiempo porque tenían que viajar a Colombia, explicó.
Agregó que Insulza y Holguín abandonaron la Casa Presidencial en helicóptero hacia la base aérea Hernán Acosta Mejía, de donde viajaron al país sudamericano en el avión presidencial hondureño, que Lobo puso a su disposición.
En principio estaba previsto un almuerzo ofrecido por Lobo, que se convirtió en cena porque la llegada de Zelaya a Honduras se demoró casi tres horas y media en relación con lo anunciado. Zelaya e Insulza lograron conversar antes de la partida del secretario de la OEA.
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