La situación que viven algunos empleados en la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados (Enacal) podría catalogarse como “complicada”, ya que actualmente la estabilidad laboral depende de las “afinidades” políticas.
Los trabajadores y sindicalistas de la empresa aguadora denunciaron que siguen dándose una serie de anomalías dentro de la institución: despidos injustificados, incumplimiento de una serie de cláusulas que establece el convenio colectivo referidas a la higiene y seguridad del empleado y la falta de pago de las jornadas extras de trabajo.
Trabajadores que prefirieron el anonimato por miedo a ser despedidos denunciaron que dentro de la empresa hay mucha inestabilidad para quienes no son afines al partido sandinista.
“Esto se viene dando desde que entró a gobernar el Frente Sandinista, pero ahora la situación es más difícil, porque despiden a los trabajadores, pero los ‘grandes jefes’ siguen recetándose altos salarios. A los trabajadores de seguridad interna no les han entregado sus uniformes, incumpliendo el convenio colectivo aprobado en el 2010; no se les paga las 30 horas extras a las que tenemos derecho a la quincena y no se les ha hecho efectivo un aumento salarial anual”, explican los trabajadores en una carta.
SINDICATOS CONFIRMAN
Dirigentes sindicalistas confirmaron la denuncia de los trabajadores, sobre todo que la estabilidad laboral dentro de Enacal depende en gran medida de afinidades políticas.
“La estabilidad actualmente está sujeta a los márgenes políticos. Hay gente que hasta inmunidad tiene porque son parte de los sindicatos afiliados al Frente Nacional de los Trabajadores y por eso pueden hacer lo que se les da la gana, mientras otros son obligados a asistir a manifestaciones y concentraciones políticas, porque está en juego su permanencia dentro de la empresa”, señaló uno de los dirigentes de los sindicatos opositores, que prefirió el anonimato.
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