martes, 10 de agosto de 2010
Roberto Rivas y Contralores de facto se jactan de burlar a la Constitución
MANAGUA
Las autoridades del Consejo Supremo Electoral, CSE, han partido en dos el estatus de los nicaragüenses, al cobrarle a unos 300 córdobas por su nueva cédula y a otros entregárselas completamente gratis, sin que alguien explique los criterios que se toman en cuenta para hacer tal categorización, misma que directivos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, Cenidh, consideraron “un escupitajo” a la cara de los más pobres.
La decisión ha quedado prácticamente al albedrío del Poder Electoral, que ayer decidió entregar sin costo alguno el nuevo documento, a más de 400 trabajadores de la Contraloría General de la República, CGR, que fueron capitaneados por los contralores de facto. Los trabajadores del ente fiscalizador fueron llevados en buses de esa entidad hasta las instalaciones de Metrocentro.
Todo en hora y media
En un proceso de hora y media y completamente gratis, el presidente de facto de la CGR, Guillermo Argüello Poessy, recibió su cédula de identidad con el nuevo formato.
Argüello Poessy y los demás miembros del Consejo de colegiados a los que se les venció su período en febrero de este año, llegaron a las 9 de la mañana en busca de su nuevo documento, cuyo costo es de 300 córdobas a la ciudadanía en general, por las pistolas de Roberto Rivas, señor de horca y cuchillo en Nicaragua.
Hora y media después, el titular inconstitucional de la entidad fiscalizadora, salió sonriente de las instalaciones del CSE en Metrocentro y mostró el nuevo documento. Antes había salido del CSE el vicepresidente de la CGR y colegiado orteguista Luis Angel Montenegro, y el liberal Fulvio Palma, conocido como “el mudo y pedigüeño” entre los contralores.
“No he pagado nada, traje una fotografía, me pidieron mi firma y se acabó”, afirmó Argüello Poessy al hablar con END, “y hasta donde entiendo igual de gratis para todos los trabajadores de la Contraloría, como quisiera yo que fuera para todos los nicaragüenses”.
Argüello Poessy declaró que no abordó el tema con el también presidente de facto del CSE, Roberto Rivas, pues éste no se encontraba al momento de su visita, aunque reconoció que fue él quien le ofreció tramitarle en expedito el nuevo documento y sin pagar nada.
US$ 9 millones para que sea gratis a todos
“El problema básico está en la falta de recursos del CSE y por eso es que se está cobrando los 300 córdobas por el trámite expedito, porque el que la quiere en 50 córdobas, tiene que esperar más tiempo”, explicó el colegiado.
Indicó que el trámite que hizo ayer por mañana no incidirá al momento de tomar una decisión sobre la denuncia que interpuso el experto en derecho fiscal Julio Francisco Báez.
Cenidh: involución nefasta
El director jurídico del Cenidh, Gonzalo Carrión, afirmó que la forma de dar y vender la cédula, además de ser ilegal, impopular y antipueblo, se convierte en una involución nefasta, pues limita el ejercicio de ser ciudadanos y de participar en democracia, solo a quienes pueden pagar o a los que CSE, les da el beneficio de obtener el documento gratis.
Antes sólo votaba el que tenía bienes
“Nosotros creemos que estamos ante una involución, porque en el siglo pasado, en Nicaragua, la democracia dejó de ser un privilegio para el ciudadano con arraigo o con bienes y el cobro por la cédula lo convierte en un asunto regresivo, porque solo puede obtenerla el que paga 300 córdobas”, dijo Carrión.
“Lo más terrible es que los sectores populares con prole numerosa, están fuera de ese selecto grupo que puede pagar y con lo que han hecho, de decidir arbitrariamente a quien se le cobra y a quien no, la remataron, porque lo vuelven más repugnante”, añadió.
Sostuvo que al darse el no cobro a los contralores y demás trabajadores de la CGR, se decide exonerar a un grupo de personas que tienen un ingreso fijo y medio, es decir ni siquiera se está beneficiando a los que menos ingresos tienen.
Regalía lleva simbolismo
Al funcionario del Cenidh no dejó de llamarle la atención, que el CSE, haya decidido dar esa concesión precisamente a los colegiados donde fue denunciado por Báez. “La verdad es que esos contralores no son de fiarse, porque además de ser irrespetuosos de la Constitución al mantenerse en sus cargos fuera de ley, son capaces de cualquier cosa y más ahora que les dieron la cédula sin cobrarles”, concluyó.
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