miércoles, 11 de mayo de 2011

Nueve cauces contra Nejapa


La grave situación ambiental que afecta a la Laguna de Nejapa y al resto de cuerpos de agua de la capital, entre los que se cuentan Tiscapa y Xiloá, es el resultado del desinterés de las autoridades en aplicar los instrumentos legales diseñados para protegerlos. La anterior es la valoración del doctor Jaime Íncer Barquero, Presidente del Fondo Natura, refiriéndose a la alerta de amenaza relacionada con Nejapa, laguna que en el pasado ya estuvo en estado crítico. Según Íncer, en las condiciones actuales la laguna “no es propicia para nada por la cantidad de sedimentos que tiene”, como resultado del efecto de la depredación y de la falta de control de los asentamientos habitacionales. “No hay una institución que vele por la sanidad de esas aguas y que regule las actividades de desarrollo que se verifican alrededor de las mismas”, critica el experto, agregando que esa es una de las razones por las cuales las iniciativas que surgen de movimientos ambientalistas relacionados con limpieza o con reforestación no inciden positivamente en la mejora de la salud de las fuentes hídricas. “Mientras persistan los asentamientos y la gente que tira basura, estos esfuerzos no calarán en el ánimo de los responsables”, agregó Íncer, un tanto decepcionado, pues “no hay sanciones para quienes están contaminando… es un problema complejo que requiere medidas drásticas y persistentes para poder frenarlo”, señaló. No se aplica la Ley El Código Penal vigente contempla sanciones relacionadas con los perjuicios contra el medio ambiente y sus recursos. En el artículo 363 del Capítulo dedicado a las construcciones prohibidas se contemplan sanciones de tres a seis meses de prisión para quien lotifique, construya o haga construir una edificación en suelos destinados a áreas verdes, bienes de dominio público o lugares que tengan legal o administrativamente reconocido su valor paisajístico, ecológico… o considerados de especial protección. En este instrumento legal se despliega toda una protección para los recursos de la naturaleza, estableciendo penalizaciones a quienes alteren el entorno y el paisaje, contaminen suelo, agua atmósfera; ejerzan aprovechamiento ilegal de los recursos de un bien natural como la caza ilegal y la tala de bosques. Lo malo, según el ambientalista Kamilo Lara, es que aun ante delitos ambientales, poco o nada se hace aplicar lo dispuesto en las leyes. Plan de cuido de cuencas enfocado en una sola área Por su parte, la comuna capitalina cuenta con un Plan de Manejo de la Cuenca Sur, que a su vez se divide en cuatro subcuencas, de las cuales la más importante es la segunda, donde se ubica Managua, y además representa el 50% del total de superficie que es de 825 kilómetros cuadrados. Según un informe general que maneja el área de Medioambiente y de Urbanismo de la comuna, por esta zona pasan nueve cauces, entre revestidos y no revestidos, cuyo caudal va a dar “directamente” al Lago Xolotlán. La municipalidad implementó un plan de conservación del manejo de la Cuenca Sur, para ejecutarse en un período de cuatro años, desde 2008, los componentes, sin embargo, estaban enfocados en el cuido de la Subcuenca Tres, donde en total la comuna invertiría 548 mil 916 dólares con 95 centavos para la ejecución de diversas acciones. Actualmente, la municipalidad tiene un proyecto con un costo de 350 mil córdobas, que consiste en la implementación de sistemas agroforestales en la Subcuenca Dos, con el fin de reforzar las “franjas de contención”. Otro de los proyectos de conservación en esta subcuenca está referido a los suelos y a las fuentes de agua, con un costo de un millón de córdobas. Estas obras, aunque están pensadas para cuidar el medioambiente, están bastante alejadas de las verdaderas zonas de problemas, en este caso, la Laguna de Nejapa, que muere lentamente.

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