Muertes y daños por lluvias

MANAGUA
Al menos cuatro personas han muerto a consecuencia de las últimas lluvias, cuyo saldo también incluye daños a viviendas, calles intransitables y otras vías de acceso en Managua y algunos departamentos del país.

Con estos últimos fallecidos, suman 12 las víctimas mortales registradas por esta causa en las últimas dos semanas, según reportes de Defensa Civil.
En Tipitapa, municipio de Managua, Florisela Valerio Jarquín (17) falleció junto a su esposo, Francisco Manuel Salazar Padilla (28), y su pequeña hija, Jeniffer Salazar Valerio (18 meses).
Esta familia de escasos recursos perdió la vida luego de un derrumbe de tierra, pasadas las 11:00 p.m. del viernes, que enterró su humilde vivienda, ubicada en el barrio William Galeano, cercano al barrio Camilo Ortega, en Managua.
Johana Valerio Jarquín (34), madre de Florisela, dijo que no esperaba este suceso, pero temía un derrumbe de tierra, pues la lluvia del pasado jueves que cayó sobre la capital provocó que el terreno se aflojara.
“Les cayó el barranco encima. Vivían cerca del cauce desde hace seis meses y la casita les había quedado de lado con la primera lluvia”, relató la mujer.
Mientras, en Ciudad Sandino, también municipio de Managua, más de 100 personas damnificadas, calles llenas de lodo y basura, y la destrucción parcial de 35 viviendas y una iglesia, es el daño que dejaron las fuertes lluvias del viernes por la noche.
Desde ese día fue decretada una alerta verde en Ciudad Sandino, por las inundaciones en tres sectores del municipio, donde se registran más de cien personas evacuadas, según confirmó el jefe de Defensa Civil, general Mario Perezcassar.
“Qué cosa más horrible, cómo se nos vino la desgracia (…), no me esperaba esto”, dijo con voz entrecortada una señora vestida de negro que daba las condolencias a María de los Ángeles Padilla, madre de Francisco Manuel Salazar Padilla, una de las víctimas en Tipitapa.
Ayer familiares y vecinos de los hoy fallecidos asistieron a la vela, que tuvo lugar en una iglesia cristiana pentecostal, situada en el barrio Camilo Ortega, pues el sitio donde habitaba la familia Salazar Valerio es inaccesible.
“En el verano ya habían caído unos sacos de tierra que había puesto un señor que es dueño de una casa que está más arriba del cerro donde vivía mi hijo, esos sacos estaban como para proteger el terreno, pero hacían mucho peso al cerro, hasta que sucedió esta desdicha”, señaló Padilla.
En el sitio habitan más de 20 personas, hay siete viviendas que están a merced de un derrumbe que podría presentarse con las otras lluvias del actual invierno.ZONAS AFECTADAS ENCIUDAD SANDINO
Por otra parte, las principales zonas afectadas en Ciudad Sandino, según el general Perezcassar, son los barrios Nueva Jerusalén y Motastepe, ubicados en el kilómetro 9 de la Carretera Nueva a León, junto con un anexo del barrio Vista Hermosa, en la Zona 10.
En la comunidad de Nueva Jerusalén las fuertes corrientes socavaron las calles, provocando el derrumbe parcial de una iglesia evangélica y la destrucción total de cinco viviendas. “Ayer estábamos totalmente incomunicados, el fuerte aguacero botó las paredes y todas las cosas quedaron enterradas. Yo tuve que trasladar a mis hijos a otro lugar, porque aquí se perdió todo”, lamentó Marvin Saavedra, habitante de una de las casas anegadas.
“Lo vemos y no lo creemos. Se me hace el corazón chiquito de ver la iglesia así” dijo asombrada Esmelda Escorcia, miembro del Ministerio Evangélico y pobladora del sector.
ALCALDÍA TRABAJANDO
La alcaldesa del municipio, Cecilia Altamirano, dijo que “en años anteriores las lluvias han sido menores, además hay lugares donde se juntan tres cauces en este sector y ese golpe de agua ni las paredes resisten. En esta zona la gente compró sus terrenitos y de manera espontánea cada quien compró sus lotecitos y no fue urbanizada. No dejaron calles y por aquí debería pasar una, lo que hubiese ayudado a que el agua fluyera con más rapidez”, indicó.

Según Altamirano, “desde ayer (el viernes) por la tarde hemos estado en cada uno de los lugares. El Ejército, la Defensa Civil, el Gabinete y el vicealcalde estuvieron aquí también y se evacuó a las familias afectadas”, dijo la alcaldesa.

En el lugar trabajaron arduamente cinco tractores de la comuna para mitigar los daños. “Andan como tres cuadrillas con equipos pesados haciendo drenaje y andan dos cuadrillas más haciendo limpieza en todos los escombros que dejó la corriente”, afirmó Altamirano.BARRIO MOTASTEPEAFECTADO

Otra de las zonas severamente afectadas fue el barrio Motastepe, donde los pobladores quedaron totalmente incomunicados por el estancamiento de las aguas pluviales en la calle principal que conduce a una urbanización de ese mismo nombre. El nivel del agua alcanzaba casi el metro de altura, por lo que pocos conductores se arriesgaban a pasar la calle y con gran dificultad algunos lograron cruzar la vía.



Nelson Kiapa, poblador de Motastepe, lamentó el desinterés de las autoridades municipales por solucionar la problemática. “Desgraciadamente las dos alcaldías anteriores que han salido nunca pusieron mente a este problema y nunca solucionaron nada en ningún sector. Esto ha sido año con año, todo el tiempo ha sido así. Cuando construyeron esta calle primero tenían que subir su nivel y luego poner los adoquines, pero aquí no hicieron eso”, recalcó.


CALLEJÓN DE PESADILLAS
Asimismo, lo que desde el mes de diciembre era llamado “Callejón de los Sueños”, por el reciente proyecto de adoquinado en una calle del anexo al barrio Vista Hermosa, se convirtió la noche de este viernes en una pesadilla para los pobladores, que no daban crédito a lo que veían.
“No podemos creerlo, apenas el año pasado adoquinaron esta calle que lucía bonita y con el aguacero los adoquines salieron por el aire, como que sólo estaban puestecitos”, dijo Carlos Gutiérrez, poblador del sector.
DEFENSA CIVIL EVACUANDO DAMNIFICADOS
Según el jefe de Defensa Civil, en el municipio hay 160 brigadistas del Ejército de Nicaragua desplazados en 10 camiones trasladando a los más de cien damnificados a los siete albergues existentes en las zonas afectadas.

“Tenemos 105 personas evacuadas en nuestros siete centros de albergue. Si es necesario incrementaremos el número de efectivos para atender las emergencias de rescate por el inminente riesgo de la persistencia de las lluvias”, aseguró el general Perezcassar.
EN TIPITAPA

Momentos difíciles vivieron los habitantes de los barrios San Rafael, San Cristóbal, Miraluz y La Mocuana, ubicados en el municipio de Tipitapa, la noche del pasado viernes, al verse afectados por las fuertes lluvias que provocaron la crecida de la laguna de Tisma y de los zanjones aledaños que rebasaron sus límites.
Según el encargado de Defensa Civil, Leonardo Leytón, hay alrededor de cinco comunidades incomunicadas: Las Lajas, El Tule, Empanada, Pueblo Nuevo y Santa Bárbara.
Además, en el barrio San Cristóbal se registraron seis familias afectadas (12 niños y 18 adultos); en el barrio San Rafael fueron nueve familias (19 niños y 13 adultos); en el barrio Miraluz hubo 12 familias perjudicadas y siete albergadas en el colegio Los Trejos (tres adultos, dos adolescentes y tres niños); en la comunidad Los Robles fueron 18 familias y en Cuidalela San Martín, 16.
EN ESTELÍ Y NUEVA SEGOVIA

Por otra parte, representantes de la Defensa Civil informaron que van cuatro muertes por las fuertes lluvias caídas en los últimos días en la región de Las Segovias.
Tres personas en el departamento de Estelí y una en el municipio de Jalapa, departamento de Nueva Segovia, fallecieron a consecuencia de las lluvias. Fueron arrastrados por las corrientes de ríos y quebradas que intentaron cruzar.

EN MATAGALPA
Con más de 50 milímetros de lluvia, especialmente en las cabeceras de las subcuencas y afluentes, el río Grande Matagalpa nuevamente alertó a todos, especialmente a mil 538 familias que viven en los 25 barrios en alto riesgo de inundación en el municipio de Matagalpa, la noche de este viernes.
El caudal se desbordó en algunos sectores, anegando una cantidad aún indeterminada de casas, por lo que unas 80 familias residentes en barrios asentados en las riberas del río tuvieron que autoevacuarse con el apoyo de miembros de los comités locales de Prevención, Atención y Mitigación de Desastres (Colopred).


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