domingo, 22 de agosto de 2010

Declaración del Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake, sobre las inundaciones en el Pakistán

NUEVA YORK/GINEBRA/ISLAMABAD, 20 de agosto de 2010 – “Madres que huyen de
sus viviendas inundadas llevándose apenas los bebés que cargan sobre sus
espaldas; personas que gesticulan pidiendo ayuda desde los techos de las
casas y cobertizos, rodeados por las aguas que siguen creciendo; niños y
niñas que, acuciados por la sed, beben agua contaminada. Aunque la tragedia
humanitaria del Pakistán ya ha adquirido dimensiones trágicas, la grave
carencia de fondos limita nuestra capacidad de salvar vidas. Y se trata de
una crisis que continúa agravándose.

El desastre provocado por las intensas lluvias monzónicas y las
inundaciones en el Pakistán es de una escala inmensa. Una quinta parte de
la superficie del país se encuentra bajo las aguas, que han destruido a su
paso aldeas enteras. Más de 900.000 viviendas han sido dañadas o destruidas
por las lluvias y las inundaciones, que afectan hasta la fecha a 15,4
millones de personas.

Para los pobladores más pobres y vulnerables del Pakistán, las
consecuencias de las inundaciones son graves. Y los niños, que constituyen
el sector más vulnerable entre los vulnerables, son los más amenazados. A
menos que el mundo responda de inmediato, una creciente proporción de los
3,5 millones de niños y niñas afectados por las inundaciones correrá
peligro de contraer mortíferas enfermedades transmitidas por el agua, como
la disentería, la diarrea y el cólera.

UNICEF y sus aliados suministran agua potable a unos 1,5 millones de
personas por día, y ayudan a reunir a los niños separados con sus familias.
También colabora con la Organización Mundial de la Salud para mantener a
raya diversas enfermedades que amenazan gravemente la salud mediante la
vacunación de miles de niños y niñas en centros de acogida y campamentos, y
trabaja estrechamente con el Programa Mundial de Alimentos suministrando
suplementos de nutrición de alto contenido energético a niños y niñas
menores de cinco años.

Pero ni siquiera esos esfuerzos son suficientes para satisfacer las
demandas actuales de millones de familias desplazadas. Y debido a que las
aguas siguen creciendo, a que continúa la evacuación de damnificados y a
que se pronostica que seguirá lloviendo, aumentan hora a hora las
probabilidades de que se produzca una tragedia aún peor que la actual.

La necesidad de apoyo mucho mayor que el actual no podría ser mas urgente.
Si contamos con un apoyo significativo y sostenido, una vez que hayamos
logrado satisfacer las necesidades más apremiantes podremos ayudar a
reconstruir escuelas, restaurar la infraestructura y volver a instaurar
medidas de protección de la infancia. Pero antes, debemos seguir salvando
vidas.

UNICEF hace un llamamiento a la comunidad mundial de donantes para que nos
ayude a proteger a los niños y niñas del Pakistán y a garantizar que las
inundaciones que han destruido sus hogares no destruyan también su futuro”.


Para obtener más información, sírvase dirigirse a:

Patrick McCormick, Sección de Medios de Comunicación de UNICEF, Nueva York,
Tel + 1 212 326-7426, pmccormick@unicef.org
Olga Moraga Amador
Especialista en Comunicación
UNICEF

Rotonda El Güegüense 400 mts. al Sur
Edificio de las Naciones Unidas Nivel I
Managua, Nicaragua
Teléfono: (505) 2268-0687/8
Fax: (505) 2268-0694
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E-mail: omoraga@unicef.org
Web: www.unicef.org
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