Una severa escasez de alimentos comienza a sufrirse en los municipios del norte del país que conforman el corredor seco, situación que está provocando que cientos de familias se enfrenten a un agravamiento de la seguridad alimenticia y nutricional en esa zona.
Esto es parte de los resultados y advertencias que recoge el reciente informe sobre la Situación de Seguridad Alimentaria y Nutricional del organismo internacional Acción contra el Hambre.
José Luis Vivero Pol, jefe de misión para Centroamérica del organismo, dijo a LA PRENSA que se considera urgente que las autoridades de Gobierno atiendan la situación de la zona, por cuanto es real la amenaza de que en estos tres meses se empeore y haya una nueva emergencia por hambruna.
La situación de escasez de alimento puede empeorar —según Vivero— porque la población de la zona, integrada mayormente por pequeños productores, no tiene semillas de granos básicos para la siembra de primera y por tanto no habrá nada que cosechar al final del subciclo agrícola.
El nuevo informe de Acción contra el Hambre destaca la situación en el departamento de Madriz, que se centra entre otros datos en el estado de desnutrición de un segmento de 1,408 niños de la zona, causado por la merma de disponibilidad alimentaria en general de la población.
“Las reservas de alimento a nivel comunitario se han agotado antes de lo normal. Ya no hay reservas de cosechas anteriores”, se advierte en el informe.
Los resultados incluyen la situación alimentaria de unas 800 familias de los municipios de Las Sabanas, Cusmapa y San Lucas, donde se señala que las condiciones son bastante preocupantes ante la escasez de los alimentos, así como de recursos económicos de sus pobladores para comprarlos en otras localidades.
El coordinador regional identifica que esto responde a las pérdidas de las cosechas de postrera y apante del ciclo agrícola anterior, donde en los municipios del corredor seco marcaron entre el 50 y 70 por ciento.
Recuerda que en esta época del año es cuando se enfrenta al hambre estacional, un período en el que las familias más vulnerables pasan su peor momento del año, pues ya se les han agotado las reservas alimentarias de la cosecha de postrera y tienen que comprar el alimento fuera.
Destaca el organismo que “actualmente el ciento por ciento de las familias de los sitios centinelas están recurriendo a la compra de sus alimentos cuando pueden, para solventar la alimentación diaria”.
COMEN “SALTEADO”
En estos municipios las familias están modificando los horarios de comidas, pues “desayunan tarde para almorzar tarde y de esta manera poder ahorrarse un tiempo de comida”.
“Aquellas familias —destaca el informe— que no tienen dinero para comprar los alimentos suficientes reducen las raciones de cada tiempo, consumen alimentos sustitutos de menor calidad y menos apreciados”.
Vivero explica que “en todas las casas que hemos estado haciendo seguimiento, la gente ya casi no come gallopinto porque el frijol está carísimo y ya se ha agotado”.
“Las familias están entonces recurriendo a comer sorgo millón, del poco que queda”, sostiene Vivero.
Considera que aunque inició el invierno y con ello la siembra de primera del ciclo agrícola 2011-2012, el hecho de que la población de estas localidades no disponga de semilla suficiente, indica que “la situación va a complicarse aún más los próximos tres meses”.
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