EL SALVADOR
El presidente de la República, Porfirio Lobo Sosa, llegó puntual ayer a la capital de El Salvador para compartir un almuerzo diplomático con los cancilleres de los países miembros de la Organización de Estados Americanos, OEA.
De nuevo Honduras acaparó la atención en la 41 Asamblea General que se desarrolla en San Salvador y los medios de comunicación nacional e internacional se centraron en la visita de Lobo Sosa.
Primero el mandatario hondureño se reunió en privado con el presidente salvadoreño, Mauricio Fúnez, en las instalaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores para posteriormente reunirse con los cancilleres de América.
El mandatario conversó con LA PRENSA minutos después de una reunión bilateral con la delegación de Estados Unidos, representada por el secretario adjunto del Departamento de Estado, William Burnes, y el secretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Arturo Valenzuela.
“Es mentira que tenga un pacto secreto, como dicen, con Chávez, eso es mentira, no hay ningún acuerdo, como dicen, secreto con el Presidente. Hay algunos asuntos que se debaten y pueden decirme que meta presa a la gente y les digo que a mí no me eligieron para meter presa a la gente, me eligieron para que nos perdonemos todos y unir a Honduras”, manifestó Lobo a la interrogante de que si era cierto lo que dijo en una opinión el exembajador de Estados Unidos ante la OEA Roger Noriega de que existe un pacto secreto entre Lobo y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sobre el Acuerdo de Cartagena de Indias.
“EUA no nos abandonó”
El mandatario hondureño llegó a dar gracias. Un agradecimiento especial lo dedicó a Estados Unidos por acompañarlo siempre desde que le colocaron la banda presidencial en el Estadio Nacional de Tegucigalpa.
“El Gobierno de Estados Unidos siempre estuvo con nosotros desde que inicié mi gobierno. Muchos países nos han ayudado a solucionar esta crisis y es por eso les vine a agradecer, lógicamente les expliqué un poco el contexto porque a veces no se sabe que la crisis política que se desencadenó fue golpe para unos y sucesión para otros. Como sea que se llame, pero lo que hubo es algo anormal”, expresó el presidente Lobo.
Sobre la reunión con los funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos, el presidente Lobo comentó que hablaron de temas de seguridad y del sector agrícola y que les pidió que continúen ayudando y fortalezcan los mecanismos para que en Honduras haya mayor capacidad de investigación.
“También hablamos de los derechos humanos. Si bien es cierto, en Honduras no tenemos una política de Estado para violentarlos, en este campo también necesitamos ayuda y prometieron ayudar en las investigaciones de presuntas violaciones. El Gobierno no tiene capacidad de investigación para decir que estos son los responsables y ya”, afirmó Lobo Sosa en unos minutos que concedió a LA PRENSA.
Pláticas con Ecuador
Se le consultó al presidente Lobo Sosa si había conversado con la embajadora de Ecuador ante la OEA, María Isabel Salvador, en el almuerzo con los cancilleres, hecho que confirmó.
“Sí hablé con la representante de Ecuador, ahí vamos a ir caminando, vamos a ir trabajando, ellos tienen su criterio. Lo que nos alegra es que cuando se levantó la suspensión no se le puso condiciones a Honduras. El país tiene iguales derechos que cualquier otro Estado, no importa la capacidad económica que se tiene; y para nosotros, como dije hoy (ayer), las exigencias bilaterales están cerradas, cualquier petición u objeción que se derive de la OEA estamos abiertos, pero ya de exigir cosas no. Yo no puedo exigirle a otro Estado cómo debe hacer las cosas; recordemos que el derecho a la autodeterminación de los pueblos es sagrado.
Y es que el mensaje que Lobo Sosa dio a los cancilleres en el almuerzo que tuvieron ayer fue claro y conciso. “Vengo sinceramente a agradecerles su respaldo. Cuenten con nuestra voluntad y deseo de que ahora que estamos de regreso en la OEA podemos fortalecer nuestras relaciones”, les comentó Lobo a los 23 cancilleres de 34 que participan en la 41 Asamblea.
Lo que para Lobo pasó el 28
Después de agradecerles por su apoyo, el presidente Lobo pidió a los cancilleres un breve espacio para explicarles lo que sucedió el 28 de junio de 2009 en Honduras. Al almuerzo privado donde los medios no tenían acceso, LA PRENSA logró obtener el discurso total del mandatario.
“Quiero hablarles un poco sobre lo complicado que sucedió en Honduras. Un período muy difícil, complicado. Quiero que nos ubiquemos bien en estos temas. En 2009 una crisis política en Honduras desencadenó con un golpe de Estado, este que les está hablando hoy era de la oposición política, no éramos parte del Gobierno, que era dirigido por Partido Liberal, el del presidente Zelaya y del presidente Micheletti.
La crisis se dio allí, nosotros lo que anhelábamos era que no se abortaran las elecciones. Desde ese período hemos recibido tantas acusaciones y les digo que no tenemos nada, absolutamente nada que ver con el golpe de Estado el 28 de junio”, aseguró el presidente Lobo.
Ante la atención total de los cancilleres y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, Lobo Sosa continuó: “Esa crisis política se dio entre el presidente de la República y el otro, el presidente del Congreso, del mismo partido. Yo no soy ni de un grupo ni de otro, ellos son un solo grupo y por eso le propuse al pueblo hondureño la paz y la reconciliación.
Mi ubicación ideológicamente es el Partido Nacional, un partido socialcristiano. Para finalizar, comparto con ustedes un mensaje de Juan Pablo II, buscar primero lo que nos une y después lo que nos desune, hoy soy el presidente de Honduras, en 2014 habrá un nuevo Presidente o Presidenta. Busquemos lo que nos une. Gracias”, puntualizó Lobo.
El centro de atención
La primera sesión plenaria de la 41 Asamblea fue inaugurada por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, en el centro internacional de ferias de la capital salvadoreña.
El canciller salvadoreño, Hugo Martínez, como anfitrión, fue electo presidente de la Asamblea, a la que asisten 22 cancilleres de América. El presidente Lobo participó en el almuerzo, que ofreció Martínez a los jefes de las delegaciones, para agradecer personalmente la readmisión de su país.
Unidos contra la violencia
El ministro de Relaciones Exteriores de Honduras, Mario Canahuati, inició su intervención con un agradecimiento a los Estados miembros por las manifestaciones de bienvenida tras su reciente readmisión a la OEA.
“Los hondureños siempre hemos sentido a la OEA como parte nuestra, como expresión inherente a nuestra vida institucional, y por ello nuestra participación plena en su seno es motivo de profunda satisfacción”, afirmó.
Canahuati se refirió al “Plan Integral de Seguridad Humana” con que cuenta Honduras y recordó que “el Gobierno ha asumido el compromiso de incrementar su gasto en seguridad fortaleciendo el presupuesto de las instituciones responsables, a pesar de la crisis económica y financiera internacional”.
El diplomático hizo un llamado para contar con el acompañamiento de otros actores de la sociedad, como la empresa privada, los medios de comunicación, y la sociedad civil “a fin de alcanzar éxitos concretos contra estos flagelos”.
EUA podría analizar devolver visas suspendidas en la crisis
San Salvador. Los políticos y exfuncionarios a quienes les cancelaron las visas durante la crisis política podrían recuperarlas.
El embajador de Honduras en Estados Unidos y de la OEA, Jorge Ramón Hernández Alcerro, dijo a medios hondureños en El Salvador que considera que luego de la normalización de las relaciones diplomáticas del país y del reingreso al organismo continental se abre la puerta para que se restituyan las visas de ingreso a esa nación.
“A mí me parece que estamos en una nueva etapa y que posiblemente Estados Unidos quiera hacer una revisión de esa situación”, declaró. Los desvisados son el expresidente Roberto Micheletti, miembros de la Corte Suprema y empresarios y diputados.
Valenzuela protagoniza la anécdota del día en Asamblea
San Salvador. El secretario adjunto de Estado de EUA para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, protagonizó ayer la anécdota del día de la 41 Asamblea General de la OEA al ser perseguido por una nube de periodistas en busca de declaraciones al salir del pleno hacia un lugar que no podía revelar: el baño.
Al ver a Valenzuela salir de la sala donde se reunieron los 22 cancilleres y los representantes de los países que participan en la Asamblea, a la que los periodistas no tienen acceso, los comunicadores comenzaron a seguirlo. Valenzuela, acompañado por uno de los responsables de prensa del Departamento de Estado de los Estados Unidos, aseguraba que iba a dar declaraciones “pero después”.
Los periodistas incrédulos continuaron la persecución hasta el baño.
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