jueves, 9 de diciembre de 2010

Desborde de nicas en embajada en San José


La Purísima realizada en la Embajada de Nicaragua se desbordó por completo, a pesar de que muchos coterráneos han vivido momentos difíciles por el conflicto en la frontera. Cientos hicieron filas desde tempranas horas del 7 de diciembre para cantarle a la Virgen María, orar por la paz y recibir su tradicional gorra.
“La gente ha cantado, ha rezado, ha disfrutado y gracias a Dios en orden”, declaró el embajador Harold Rivas.
“Han pedido que llegue ese sentido de reconciliación entre dos pueblos hermanos, así que estamos los nicaragüenses compartiendo nuestra casa, celebrando a la Virgen Santísima, y pidiendo por la fraternidad con nuestros hermanos costarricenses”, agregó.
Más de 6 mil personas colmaron embajada
Este año La Purísima o La Gritería tomó mayor relevancia por el conflicto fronterizo que se produjo a finales de octubre. Asistieron más de 6 mil personas a la sede diplomática, entre nicaragüenses, costarricenses, niños jóvenes, adultos y señores de la tercera edad.
También fue notoria la asistencia de diplomáticos de varios países que llegaron a respaldar a Nicaragua, como lo fueron los embajadores de Venezuela y de Panamá.
“Tenemos que orar por la paz, por la hermandad, que la situación crítica no pase a más”, dijo Fernanda Gutiérrez, una leonesa que acudió con su familia a rezarle a la Virgen.
“Que termine ese problema”
“Esto es una alegría, una bendición poderle cantarle a María, nos sentimos como si estuviéramos en nuestra tierra. Que todo este problema acabe en santa paz como hermanos que somos”, dijo por su parte, Eliseo Mayorga.
Las puertas para los fieles se abrieron a las 3 de la tarde, una hora antes de lo previsto, debido a la alta cantidad de personas que hicieron una enorme fila que desde la mañana “le daba vuelta a la manzana”. Así fueron ingresando al edificio, donde primero recibieron indios, pitos y matracas, para, acto seguido, dirigirse hacia el altar de la virgen, donde además había una bandera de Nicaragua y un cartel de la Asociación Ticos y Nicas Somos Hermanos, que invitaba a celebrar juntos La Purísima.

“Váyanse tranquilos a Nicaragua”
Luego de rezar, cantar y encomendarse a la Virgen, los fieles recibieron dulces, refrescos, naranjas, bananos y hasta algunos productos de la canasta básica, como arroz.

“Le pido de corazón --que la Virgen hace posible todo-- que arregle la paz en estos dos países, que haya entendimiento para que los nicaragüenses y los costarricense vivan en paz, que nos limpie la conciencia para que nos sentemos a negociar en paz y sin condiciones”, agregó el embajador Rivas.

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