EDITORIAL

SER PADRE…

Cuando reflexiono sobre el significado de ser padre, suelo hacer un recuento en las historias de padres que a lo largo de mis días he conocido, reconozco entonces que habremos padres abnegados y desobligados, trabajadores y vagos, responsables e irresponsables, buenos y malos, excelentes y los ejemplares.

Como hijo de padre que fui hasta hace unos años, suelo recordar en estas reflexiones que lo que más valoré de la relación con mi padre, fue sentirme protegido.

Creo que es casi la misma seguridad que me causa el saberme amado, bendecido y protegido de Dios.

Es esa sensación de saber que mi padre lo arreglaba todo, lo que me motivó a imitarlo.

Durante los años de mi infancia fue mi héroe, llegando a mi adolescencia fue mi tirano, ya entrada mi juventud fue nuevamente mi maestro y con el tiempo de nuevo se convirtió en mi héroe, y aunque la protección más bien ya venía de mi parte, jamás me sentí desprotegido de él.

Me toca concluir entonces que ser padre, es ser protector. Es ser bastión dentro de la familia. Es irradiar la seguridad de que todo lo puedes, y donde todas las dificultades se resuelven o disipan.

Es alzarse victorioso aún en medio de derrotadas batallas, pero siempre seguros que al final de la guerra nos alzaremos con la victoria.

Con los años por supuesto que he llegado a valorar más las virtudes y sacrificio de mi padre, y a medida que avanzo en esa carrera que irremediablemente culminará cuando me toque seguir sus huellas, comprendo que en algo quedó grabada la presencia de mi padre en mi, y es precisamente esa facultad que Dios me dio de hacer sentir a mi familia que no hay de qué preocuparse, aquí estoy yo: su padre.

En ese exceso de protección quizás he pecado, o quizás no. Lo cierto es que como hijo siempre disfruté y me llenó de gozo extremo el saberme protegido y amado.

Al día de hoy, cuando mi padre ya tiene varios años de haberse marchado a explorar otras partes del universo, soy yo el parachoques, aun cuando mis hijos tienen la capacidad más bien de cuidar de mi (y de hecho lo hacen).

Pero así es la vida, espero que ellos a su vez lleguen a ser los defensores de sus propias familias y puedan tener la fortaleza para transmitirla.

Pues nada hay que haga sentir más feliz a un padre, que saberse necesario.

Algunas frases que empleaba con frecuencia mi padre y que quedaron grabadas en mi corazón, las cuales hasta el día de hoy son motivo de profundas reflexiones:

• La familia es lo primero.

En la unión esta la fuerza.

Hay que hacer escuela con la vida..

Háblale a Pedro, para que entienda Juan.

El mal con el bien se paga.

Procura siempre salvar la dignidad de las personas

Dos cosas nunca debes arriesgar: La Vida y tu Libertad.

La política es sucia.

NO TE METAS EN POLITICA.

Este editorial está dedicado para ayudarnos a reflexionar sobre nuestra propia historia de padres, y que caigamos en la cuenta que todos somos ejemplos, aun cuando algunos deberíamos de ser, ejemplares.

Dios Bendiga a Nicaragua, a los Nicas En El Exterior y al Mundo Entero.

Tito Lagos-Bassett
Director@NicasEnElExteriorNews.com

“Algunas veces no es fácil hacer lo correcto, por eso es importante fortalecer la conciencia”.