El Óraculo de la Emperatriz, la tercera novela del periodista y escritor Guillermo Cortés Domínguez, una premonición de lo que podría pasar si el panorama político del país continúa por el rumbo que lleva.
La novela fue inspirada, según cuenta el escritor, en el prólogo censurado de Sergio Ramírez Mercado, por gobierno de Nicaragua, a la Antología de Carlos Martínez Rivas que publicaría el Diario El País de España.
“De ahí tome la idea de crear una ficción alrededor de prólogos de escritores que el gobierno cree que entre líneas tienen mensajes conspirativos, mensajes subliminales que atentan contra la seguridad nacional”, manifiesta Cortés Domínguez.
Según el escritor la novela parte de rasgos dictatoriales de este gobierno y los lleva al futuro, donde los agentes de la seguridad del Estado que en la novela funcionan en los sótanos del poder, en la oscuridad, estudian los prólogos y persiguen a los intelectuales.
A lo largo de la novela hay personajes fácilmente identificables en la realidad nacional, ya que en algunos casos aparecen los nombres reales, en otros disimulados.
Cortés Domínguez afirma que el mensaje de su novela es claro, no hay mensajes cifrados. “Estamos llevando la situación actual al futuro, para que no se de, desde el gobierno deberían verlo como un enfoque crítico positivo, porque en primer lugar no queremos decir que eso se esté dando, sino que podría llegar a darse”.
La novela tiene su base en un presente, que tiene como actores a los actores de hoy y la primera dama tiene una figuración extraordinaria, al igual que cierto miembro de la Seguridad del Estado, que es el personaje principal.
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