martes, 7 de junio de 2011
La Bolsa de Lima cae más de un 12,5% tras confirmarse la victoria de Humala
Lima,
La Bolsa de Valores de Lima cerró ayer con una bajada del 12,51%, la mayor pérdida del año, ante la incertidumbre que generó en los operadores la elección del nacionalista de izquierdas Ollanta Humala como nuevo presidente de Perú, según informaron a «Efe» fuentes del parqué limeño. Tras una suspensión de algo más de dos horas -decidida cuando la Bolsa perdía ya un 8,7%-, el regulador decidió echar el cierre dos horas y media antes del horario previsto, para evitar así un desplome sin precedentes.
Hernando Pastor, de la casa de bolsa Kallpa Securities SAB, declaró que los inversores viven momentos de pánico y que el mercado sólo espera que se den señales claras de que se va a continuar con el modelo económico actual. Escrutado el 90,5 por ciento de los votos emitidos en los comicios presidenciales del domingo, Humala (Gana Perú) amplía su ventaja al 51,36% de votos frente a su rival, Keiko Fujimori (Fuerza 2011), que obtiene el 48,63%, según los últimos datos oficiales difundidos anoche. Fujimori ha reconocido su derrota.
La reacción de la Bolsa de Lima ha permitido comprobar que el dinero no se ha creído las promesas hechas por Humala en campaña y renovadas ayer mismo: respetará la economía de mercado y la propiedad privada, así como la independencia del banco emisor y las garantías con las que cuentan los inversores extranjeros.
Estas afirmaciones de Humala son, en buena parte, el resultado del quiebro dado en sus programas -por consejo de sus asesores «lulistas»- para ganarse a la población de centro. Hace cinco años, en 2006, cuando perdió en la segunda vuelta electoral frente al ahora saliente Alan García, Humala era un candidato de acusado perfil chavista, que defendía un modelo de sociedad similar al que ha puesto en pie el venezolano Hugo Chaves.
En cualquier caso, al día siguiente de las elecciones, Perú se encuentra en una situación de elevada incertidumbre, resultado del hundimiento del centro político en la primera vuelta, a la que acudió dividido. Obligados los peruanos a elegir entre Humala y Fujimori, hija del encarcelado dictador, el recuerdo de los «años de plomo» ha servido al primero para imponerse, pero sin convencer al dinero, que impulsaba con todas sus fuerzas la candidatura de la segunda.
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