martes, 8 de marzo de 2011
Espiar y acosar a “derecha” por el bien común
Las orientaciones que Rosario Murillo bajó a los secretarios políticos de Managua, ayer, comenzaron a llevarse a la práctica con nuevas ocupaciones en las rotondas y con protestas en las organizaciones de la sociedad civil, que la señora Murillo ve como “adversarios de la derecha”, según se lee en un discurso que publicó el medio oficialista “El 19 digital”, el pasado 23 de febrero.
Dicho discurso fue pronunciado en un encuentro con secretarios políticos de Managua, y en él Murillo proyecta una serie de preguntas que deben hacerse los militantes, para conocer mejor a sus “adversarios”. Espionaje para “el bien común” “…estamos en un barrio, y lo primero que tenemos que preguntarnos es:
¿Cómo opera aquí la derecha? Yo estoy segura de que no lo preguntamos, y aquí tenemos que estar en un laboratorio permanente, y ustedes son el mejor mecanismo de información.
¿Qué está ofreciendo cada una de las fuerzas de la derecha, o de la llamada sociedad civil, sociedad vil, los ONG? ¿Qué están haciendo ahí, cómo se mueven, quién les sigue, quién no les sigue, tienen o no tienen aceptación?
Para eso deben servir las reuniones de campaña, para indagar, para informarnos unos y otros.
¿Qué impacto tienen los medios de la derecha en esa comunidad?
¿Movilizan, impactan, tienen credibilidad?”, indica el escrito titulado “Trabajamos para reinstalar el Bien Común en la vida de las y los nicaragüenses”.
“Dejen participar a mi gobernante” Ayer, al menos 30 jóvenes ambientados con música característica del partido de gobierno, se plantaron frente de las instalaciones de la Coordinadora Civil, CC, para manifestar que “dejen” participar a su “gobernante” en las próximas elecciones.
El único que se identificó con su nombre y habló ante los medios de comunicación, fue Leonel Rivera Paz, asesor legal en el Instituto de Desarrollo Rural, quien era el más insistente en decir que “dejen participar a mi gobernante”, y expresó que estaban allí “por la democracia”.
Explicó a gritos que el artículo 147 de la Constitución Política fue declarado ilegal por la Corte Suprema de Justicia, CSJ, agregando que “no existe otro tribunal más superior que ese”. También dijo que llegaron a protestar en la CC, porque consideran que los miembros de dicho organismo “son los máximos violadores de la democracia”, porque son “injerencistas” y porque “reciben millones de dólares de los organismos internacionales”.
“Jóvenes sin voz” Mientras, los jóvenes que acompañaban a Rivera Paz no quisieron ofrecer declaraciones a los medios de comunicación, y como si fueran “inmóviles soldados ingleses”, sólo miraban fijamente al vacío, aplaudían y aplaudían, sin querer explicar por qué estaban allí.
“Acoso psicológico” y más culto a la personalidad La vocera de la CC, Luisa Molina, salió a hablar con el grupo, y les dijo que todos los ciudadanos tienen derecho de participar como candidatos en las elecciones, siempre y cuando no violenten la Constitución Política.
Molina también les señaló que pueden llegar a protestar cuando quieran, pero la música y los gritos contaminan el medio ambiente y los vecinos pueden reclamar por el ruido. Pero no sólo la CC experimentó ayer las nuevas formas de protestas orteguistas, que Luisa Molina denominó un “acoso psicológico”.
Las rotondas principales de Managua también amanecieron engalanadas con partidarios, cuya mejor definición sería “chayistas”, porque se ajustan más a la personalidad de la primera dama, quien se caracteriza por sus llamados de “paz y amor” y por el “rosado chicha”. Por otra parte, la danza de los costosos mega rótulos a doble cara de la campaña presidencial, y de culto al actual mandatario, Daniel Ortega, continuó ayer, cuando se desplegaron una docena de estos en los principales puntos de la capital, siendo uno de los puntos más visibles alrededor de la Rotonda “Rubén Darío”, así también en el paso a desnivel en Carretera Norte. Intolerancia orteguista Mientras tanto, los intolerantes grupos del partido de gobierno, además de tomarse las rotondas, destruyeron carteles como los colocados por el Consejo Superior de la Empresa Privada, Cosep.
El pecado de los carteles fue que tuvieran la leyenda “Elecciones 2011: La nación demanda observación”.
Para evitar que organizaciones de la sociedad civil independiente lleven a cabo una serie de protestas en contra de las arbitrariedades del actual gobierno, a partir de agosto de 2008, las rotondas de la capital fueron tomadas por agresivos simpatizantes del partido en el poder, y luego, de manera permanente, por los denominados “rezadores”, cañeros en protesta frente a la Asamblea Nacional, a quienes manipularon bajo promesas de darles alimentos y casas.
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