miércoles, 16 de febrero de 2011

Policía y Ejército niegan autoría en muerte de “Yajob”

La Policía Nacional y el Ejército de Nicaragua negaron por separado tener alguna responsabilidad en la muerte de José Gabriel Garmendia, alias “Yajob”, hecho ocurrido la mañana del lunes en una finca en el cerro Kilambé, municipio de El Cuá.

“No tenemos registrado enfrentamiento donde se supone murió (Yajob)”, sostuvo ayer el Jefe de Relaciones Públicas del Ejército de Nicaragua, coronel Juan Ramón Morales.

Mientras la jefa de Relaciones Públicas de la Policía, comisionada mayor Vilma Reyes, refirió que un equipo de la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ) fue enviado al lugar para investigar lo sucedido.

“La información preliminar que tengo fue que hubo una discusión entre ellos y había de por medio licor”, expresó la vocera policial.

Sin embargo José Gabriel Garmendia Espinoza (hijo de “Yajob”) refutó la versión de Reyes y dijo que su padre no tomaba licor. Agregó que únicamente saben que su padre fue emboscado en la finca de alguien que él conocía, adonde había bajado en Kilambé a tomar café. El joven dijo desconocer quiénes acompañaban a su padre.

La vocera policial refirió que la familia del fallecido se negó a que llevaran el cuerpo al Instituto de Medicina Legal (IML). Pero el hijo del fallecido indicó que tienen conocimiento que sin mucho trámite, una ex cónyuge de su padre retiró el cuerpo desde ayer y la Policía se lo entregó tranquilamente.

ATRIBUYEN MUERTE AL EJÉRCITO

El secretario ejecutivo de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Marcos Carmona, refirió que según conoció de parte de familiares del asesinado, su muerte es atribuida al Ejército, dado que supuestamente “Yajob” iba a participar en unas pláticas con representantes de esa institución militar para ver de qué manera el rebelde se reinsertaba a la vida civil.

“Se supone que por eso estaba bajando” de la montaña, expresó Carmona, quien dijo que el Gobierno debe formar una comisión investigadora para esclarecer este suceso. “Nosotros lo que sentimos es que era una persona preocupada por la democracia en el país, por la dictadura que se está instalando”, indicó Carmona.

Mientras el representante de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), Roberto Petray, confirmó que a petición del hijo de Garmendia esa organización investigará lo que realmente sucedió la mañana del lunes en las montañas jinoteganas.

A mediados del año pasado, Garmendia cobró notoriedad cuando públicamente reconoció encabezar un grupo armado en rebeldía contra el gobierno de Daniel Ortega.

El pasado 7 de agosto en declaraciones telefónicas que ofreció a LA PRENSA, retó a los jefes del Ejército y de la Policía Nacional a que emplazaran a Ortega para que respetara la Constitución. En esa ocasión desistió de una entrevista personal con el equipo de LA PRENSA porque alegó que estaba siendo perseguido por tropas del Ejército.

Antes, a finales de julio, el jefe del Ejército, general Julio César Avilés dijo: “Quiero ser clarísimo, es alguien que tiene cuentas pendientes con la ley y sabemos que trata de inmunizarse enfocando elementos de orden político para tratar de evadir la justicia”.

En una publicación de LA PRENSA del 27 de agosto del 2001, el ex jefe del Ejército, general Joaquín Cuadra, reconoció que las llamadas “operaciones de inteligencia” han sido la principal arma para aniquilar las bandas armadas que azotan el país.

Se mencionan varios casos de cabecillas armados que encontraron la muerte en operaciones de inteligencia. Uno de estos casos fue la de Denis Ciriaco Palacios Cruz, alias “El Charro”, el tres de junio de 1996. Para esta operación hasta le hicieron creer que se entrevistaría con un supuesto enviado especial de la embajada americana. Y en el radio que le facilitaron para comunicarse estaba cargado con explosivos C-4 instalado en la parte donde se colocaba la batería.

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