domingo, 12 de diciembre de 2010

‘Ya entiendo por qué cuestionan a Llorens’


Tegucigalpa. , Honduras
El embajador de Estados Unidos, Hugo Llorens, pudo desestimar la información proporcionada por su antecesor, Charles Ford, quien notificó sobre la conducta impropia del ex presidente Manuel Zelaya, y por ello dejó de vigilar la situación de la democracia en el país, según sectores políticos.
“Tenemos que investigar qué pasó con el cambio de embajadores”, expresó el dirigente nacionalista Fernando Anduray, porque luego del relevo diplomático no hubo una “línea de vigilancia para el mantenimiento de la democracia” por parte de Llorens.

A renglón seguido, Anduray expresó que “me quedo perplejo de que hay dualidad de las actuaciones de los diplomáticos”, porque mientras Ford tenía claro que Zelaya mantenía vínculos con el crimen organizado y buscaba enriquecerse, Llorens se mostró ignorante de esos supuestos hechos.

Anduray se preguntó “si es que un embajador cuando sale no le informa a su reemplazo sobre la situación del país o a Llorens le tienen prohibido los archivos de la embajada”.

Caricatura de Zelaya

El diario El País, de España, reveló un cable que le filtró WikeLikes, en el que el ex embajador Ford hace un perfil de las acciones oscuras del ex gobernante en su gobierno.

Ford escribió que la intención de Zelaya era “enriquecerse él y su familia”.

También aseguró que el ex mandatario estaba rodeado “por unos pocos asesores vinculados, tanto a Venezuela y Cuba, como al crimen organizado”.

Por eso razón, Ford dijo que era “incapaz de poner a Zelaya al corriente de actuaciones en materia de seguridad y lucha antinarcóticos por el temor a poner en peligro la vida de funcionarios estadounidenses”.

El ex Presidente intentó cubrir con inmunidad algunas operaciones del crimen organizado, dice el embajador Ford.

La descripción hecha por Ford establece que Zelaya es una caricatura del caudillo terrateniente que, además, genera crisis para luego aparecer como el salvador de los conflictos para ganar aceptación popular.

Fernando Anduray dijo que luego de leer las palabras de Ford ya entiende por qué algunos senadores de Estados Unidos han cuestionado el papel de Llorens durante la crisis política.

El político pidió al presidente Porfirio Lobo Sosa no menospreciar los criterios de Ford y dejar de proponer que el ex mandatario regrese al país porque la intención de éste es “sembrar la anarquía”.

Informaciones

El ex candidato presidencial pinuista Olban Valladares manifestó que no le sorprendía que el ex embajador Ford manejara este tipo de informaciones porque todo diplomático debe mantener fuentes que le suministren datos claves sobre el país adonde se encuentra laborando.

“No nos sorprendamos, lo que hacía (Ford) era recibir información de sus fuentes. Ford lo que está haciendo es traduciendo la información que recibía de fuentes hondureñas”, aseguró.

La corrupción cometida por Zelaya para enriquecerse, que Ford señala, era una “voz en cuello” en el ambiente diplomático.

Lo que sí le llama la atención a Valladares es que durante la crisis política el Gobierno español se empeñó en defender a Zelaya, pese a que su representación diplomática estaba enterada de las ambiciones corruptas del ex gobernante.

Juan Ramón Martínez asegura que no existen garantías para un retorno del ex Presidente, por lo que un eventual regreso se debe posponer.

Consideró que “amigos suyos (de Zelaya) pueden hacerle daño y culpar al Gobierno o a los políticos”.

“Ford es instigador”: Zelaya

El ex presidente hondureño Manuel Zelaya calificó como “embustero e instigador” al ex embajador de Washington en Tegucigalpa Charles Ford, el que según informes de WikiLeaks lo tipificó como “errático”, “siniestro” y vinculado con el “crimen organizado”.

En una carta que envió desde su exilio en República Dominicana a la AFP en Tegucigalpa, Zelaya se defiende de las acusaciones de Ford, quien a su juicio, a través de los cables difundidos “se revela como embustero e instigador”.

Zelaya replicó en su misiva que “es curioso que hasta ahora no hayan sido capaces de demostrar ni un solo vínculo con el crimen organizado y (...) actos de corrupción que cometí durante mi mandato”.

“En el cable no hacen un perfil de mi personalidad sino acusaciones criminales y temerarias que constituyen un delito de difamación y calumnia al no aportar pruebas de ninguna naturaleza”, sentenció el ex gobernante.

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