domingo, 6 de marzo de 2011

Gobierno puede regular precios de combustible

MANAGUA

Los gasolineros no quisieron esperar las 0:00 del domingo, de acuerdo con lo establecido por el INE, para estrenar la mega-alza de los combustibles, de acuerdo con lo que comprobamos ayer poco después de las 6 de la tarde.

Efectivamente, en algunas estaciones de Managua, capital del país que recibe el petróleo con los mejores precios de Venezuela en Centroamérica, se exhibía en las pizarras los nuevos precios “cristianos, socialistas y solidarios”: ¡27. 36 córdobas el litro de gasolina súper!

La lectura del economista Adolfo Acevedo sobre este disparo contra la economía
nacional es que “el gobierno dispone de suficientes recursos para amortiguar el impacto de los precios del petróleo, congelando el precio de los combustibles, además de las tarifas de la energía eléctrica”.

El problema, según el especialista, comienza con el hecho de que Venezuela suministra petróleo a nuestro país al precio del mercado internacional pese a que el petróleo de Venezuela se cotiza unos 10 dólares por debajo de este referente.

Ahora, Acevedo apunta que el 50% de los fondos de la factura de petróleo venezolano, que le queda a Nicaragua -en forma de crédito a un plazo de 23 años con dos de gracia, a una tasa de interés anual del 2%- podría perfectamente subsidiar el alza de precios.

En 2010 le habrían quedado disponibles al gobierno 11 mil millones de córdobas de esa fuente y para 2011 el FMI estima que podrían quedarle unos 8 mil 700 millones de córdobas, “aunque seguramente será más porque el precio del petróleo será mayor que el originalmente proyectado por el FMI”, refirió el economista.

No obstante, “esta enorme masa de recursos se canaliza, formalmente, a través de Caruna. Según el FMI, la mitad de ese dinero se usa para hacer negocios, es decir, con fines de lucro, y la otra mitad para financiar los programas que el gobierno estime pertinentes”.

Acevedo valora que el esquema de suministro de petróleo de Venezuela a Nicaragua que implica un financiamiento concesional, “sería un aporte muy importante, incluso fundamental, para un país tan pobre como el nuestro”, pero no es aprovechado.

Es un “golpe bajo”
El incremento en el precio de los combustibles fue calificado también por los pobladores y defensores de los consumidores como “un golpe bajo” para la ciudadanía de parte de quienes manejan el monopolio de los hidrocarburos”.
Marvin Pomares, Director del Instituto Nacional de Defensa del Consumidor, Indec, advirtió que este incremento se trasladará al total de la población e inevitablemente desencadenará un alza en los precios de muchos productos y servicios, principalmente los relacionados con el sector transporte.

Los taxistas no resisten la situación. Los que conversaron con EL NUEVO DIARIO manifestaron que el subsidio recibido del gobierno ya fue ahogado por los constantes incrementos de precio en los combustibles.

Don Francisco Gutiérrez por ejemplo, desde hace casi medio siglo ejerce ese oficio en la capital y como nunca antes se queja de la situación. “Todo (el dinero) se me va en combustible”, dijo tras declararse desanimado porque ha habido días que se ha tenido que conformarse con ridículas ganancias de hasta 10 córdobas.

“Lo que tenemos que hacer es un paro para ver si nos baja el combustible el hombre (Daniel Ortega), él tiene todo en sus manos… el subsidio es una burla” dice.

Pomares reconoce que “el golpe fuerte siempre es para los consumidores”, pero cree que los principales responsables de esta situación son los diputados de la Asamblea Nacional, que no han legislado para que exista un ente regulador del mercado de los hidrocarburos.

Población resiente
El economista Acevedo coincide en que “para la mayor parte de la población, que es muy pobre, el efecto de precios del petróleo muy elevados puede ser devastador”.

“¡Como profesionales estamos trabajando para comer!, exclama el ingeniero en Electrónica, Alberto Flores, dejando claro que a los ciudadanos ya no se les engaña. “Tenemos el pleno conocimiento de que recibimos petróleo para pagarlo concesionado a Venezuela, es increíble que se den estas variaciones”, se quejó mientras llenaba su tanque en una estación de servicio la mañana del sábado antes que cambiara la tarifa.

Su apreciación de la realidad del país es que mientras la mayoría padece la carestía de la vida “una familia se está enriqueciendo…Ni en los años 80 me fui del país, pero ahora sí estoy pensando en emigrar”, expresó decepcionado.
Luis Romero es otro taxista a quien la noticia del incremento en el precio de los combustibles le generó preocupación. Evidentemente frustrado concluyó que deberá subir el precio de la carrera promedio que ronda los 25 y 30 córdobas.

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