domingo, 10 de julio de 2011

Homenaje a Cabral y a favor de la paz


Facundo Cabral no regresó de inmediato a Nicaragua tras cantar en Guatemala —donde cayó asesinado el sábado temprano— como era su objetivo, pero su voz de abuelo compasivo dando consejos, se hizo presente en el Teatro Nacional Rubén Darío, donde un grupo de cantautores nicaragüenses le rindió homenaje, la tarde de ayer.

Nadie lloró por Facundo Cabral, que dominó en imágenes el teatro, con su eterna apariencia de trovador, con barbas, bigote, gafas, su chaqueta de cuero, camisa por fuera, jeans y guitarra.

Por el contrario, los artistas coincidieron en que la ironía de la vida, que un hombre que cantaba por la paz muriera de forma violenta, debía servir como acicate para frenar esa violencia.

“Su muerte en un país violento debe ser a favor de la paz, debe despertar un chispazo para rescatar su legado de paz”, comentó José Manuel Poveda, conocido por su personaje de “La Dorita”, quien no perdió tiempo para gritarle a Cabral ausente: “¿Qué pasó amor?”.

De forma similar opinó Luis Enrique Mejía Godoy. “Los guatemaltecos no se deben sentir avergonzados, porque no lo hizo el pueblo; así como tampoco deben sentirse avergonzados los neoyorquinos por la muerte de John Lennon (...) Hay (casi) 20 mil muertos en Guatemala (desde 2008). Facundo es la cresta de esa ola, es una víctima. Lo que pasa es que Facundo representaba muchas voces”, expresó el cantautor.

Al homenaje asistió el embajador de la Unión Europea en Centroamérica, Mendel Goldstein, quien se mostró consternado por la muerte de Cabral. “Hace dos semanas estuvimos (en la Cumbre de la Seguridad) en Guatemala, vemos que sigue actuando el crimen, y este cantautor siempre simbolizó la lucha contra la guerra, a favor de la paz”, dijo.

LA CRESTA DE LA OLA

El trovador Ofilio Picón, afirmó que “este debe ser un punto de inflexión para corregir el rumbo que lleva América Latina”.

El cantautor Justo Pastor González comentó que, aunque es un gran dolor perder a Cabral, “esto no nos arrebata las ganas de luchar por una vida justa”.

El concierto fue improvisado. Los cantantes llegaban, ensayaban, tomaban el micrófono y cantaban.

“No soy de aquí ni soy de allá”, la mítica canción de Facundo, se escuchó en varias versiones.

La más aplaudida fue la que cantó Picón, acompañado de la Camerata Bach, un lujo que no ocurre siempre, y que fue presentado gratis en honor de Cabral.

También cantaron Cristyana, Grupo Tabú, el dúo Guitarra de Madera Azul, Salvador Espinoza, América Vive y Solo Mancotal.

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